Supinación: causas y remedios

Como recordarás, ya te hablamos en su día de forma general de los distintos tipos de pisada que puede tener un runner y también profundizamos en el tipo pronador, así que hoy le toca el turno a la supinación.

¿En que consiste la supinación? La supinación es un tipo de movimiento, así que no solo se da en la pisada. De forma general, diremos que es la rotación de la mano, el antebrazo o el pie. Pero centrémonos en la pisada. Es exactamente lo opuesto a la pronación. Si el pronador se caracteriza por echar el peso en a parte interna del pie, el supinador lo hace en la parte externa. La supinación es bastante más rara que la pronación, aproximadamente el 10% de la población es supinadora, solo que a veces, cuando gastamos la parte externa del talón en la zapatilla, suele tomarse como pisada supinadora pero es necesario que la zapatilla gaste el lado externo completo para ser una supinación real.

La supinación suele generar problemas en la rodilla pero donde más lo notaremos será en el tobillo, mientras que en un pronador sufre bastante más la rodilla. Si tienes el pie cavo probablemente seas supinador.

Recuerda, si tienes molestias no lo ignores. La supinación del pie puede llegar a desarrollar en tendones y ligamentos un problema que se traducirá en una falta de flexibilidad en los tejidos del tobillo, lo que se acabará traduciendo en una gran facilidad para conseguir torceduras y lesiones. Así que si crees que puedes tener una pisada supinadora no dudes en comprobarlo (puedes utilizar el test del agua que comentamos en el post general sobre pisadas) y ponerle solución antes de que se convierta en algo crónico.

Declínate por unas zapatillas de amortiguación neutra, para que tu pie tienda un poco más a la pronación, o en el caso de que tu supinación sea muy acentuada busca unas zapatillas especiales de supinador o unas plantillas para corregir la postura.

Y como te decimos siempre ¡corre!