Perder peso corriendo

Puede que no sean las mejores fechas para hablar de este tema, ya que en Navidades se suele coger peso, no perderlo o ni siquiera es algo que te plantees. Comidas de empresa, cenas de amigos, Nochebuena y Navidad, Nochevieja y Año nuevo, Día de Reyes… Todo son excusas y ninguna es para comer sano precisamente.

Sin embargo, en lo que si estarás de acuerdo con nosotros, es que en unas semanas será una de los propósitos estrella de año nuevo, así que si eres una de los que va a ponerse esta meta para el 2017 vamos a ir dándote unas pequeñas pautas de cómo hacerlo teniendo como aliado al running.

Una de las claves está en que no sigas la misma rutina. Y puede que te suene extraño, pero tiene una explicación muy sencilla. Seguir una rutina está muy bien siempre y cuando consista solo en la rutina de correr simplemente, pero variando la intensidad, las distancias e, incluso, el recorrido. Si bien es cierto que al empezar seguir exactamente la misma rutina en todos los puntos del entrenamiento es beneficioso, si pasadas unas semanas sigues con lo mismo tu cuerpo ya se habrá acostumbrado y dejará de quemas calorías.

Cuando consigas establecer tu entrenamiento en al menos tres salidas a la semana durante un mes y medio, empieza a intercalar diferentes ritmos. Combina intervalos largos y lentos con algunos a mayor ritmo y más cortos. A los 35 minutos aproximadamente tu cuerpo se acostumbra al ritmo suave y disminuye el consumo de calorías, por lo que si vas algo más deprisa y aumentas tus pulsaciones tu organismo comenzará de nuevo a trabajar más rápido, por lo que quemará más calorías y, por ende, perderás más peso.

Si tienes que perder una cantidad de peso considerable ten cuidado con las articulaciones y comienza simplemente andando pero a un buen ritmo y ve aumentando hasta que consigas empezar a correr. No intentes avanzar demasiado rápido o tus articulaciones sufrirán las consecuencias.