El estudio antropométrico como herramienta para la mejora de la eficiencia en carrera
Los avances experimentados en el campo de la medicina deportiva y su acercamiento paulatino a la sociedad en general están abriendo las puertas al desarrollo de aspectos corporales que posibilitan la mejora sustancial de nuestra eficiencia en la práctica del running, tanto a nivel de entrenamiento como en el transcurso de una competición.
Una herramienta de gran valía, en este sentido, es el estudio antropométrico, consistente en un sencillo sistema de medición de distintos segmentos corporales, que permite obtener un elevado volumen de información acerca de nuestra composición corporal.
Lógicamente, este sistema no se limita a la evaluación de nuestra altura y nuestro peso, sino que además analiza cual es la distribución de nuestro peso en los diferentes componentes corporales (huesos, órganos, músculo, grasa y líquidos). Este examen anatómico nos permitirá conocer cual es nuestra composición real y en qué medida podemos mejorar su calidad.
Así, a partir del conocimiento de la cantidad de grasa presente en nuestro organismo y su peso, estaremos en disposición de estimar nuestra masa corporal magra, como el resultado de restar a nuestro peso total el volumen de nuestro peso graso.
Esta información nos permitirá establecer rutinas de entrenamiento, mediante trabajos de fuerza, que transformen masa corporal grasa en masa corporal magra, fundamental para la disminución de nuestro peso y, sobre todo, para la consecución de una distribución más óptima de nuestra composición corporal, lo que influirá muy positivamente en una mejora de nuestro metabolismo y rendimiento deportivo.
Además, la realización de rutinas destinadas al incremento de nuestra fuerza darán como resultado un mayor nivel de resistencia a la fatiga durante el desarrollo de la carrera.
Este trabajo específico deberá tener un carácter integral, contemplando tanto ejercicios para las extremidades superiores como para el tronco y el tren inferior, siendo muy aconsejable que vaya acompañado de un plan nutricional complementario.
