Beneficios psicológicos del running (1)
Como se ha comentado reiteradamente en artículos anteriores, la práctica del running ha experimentado una tremenda difusión entre la población de todos los sexos y edades, gracias a los beneficios ostensibles que supone a nivel físico para nuestro organismo, su adaptación al ritmo de vida actual o la facilidad que implica comenzar a practicarlo, ya que solamente es necesario un equipamiento deportivo adecuado y unas ciertas dosis de fuerza de voluntad.
No obstante, en la entrada de hoy nos vamos a detener en un elemento que en numerosas ocasiones se pasa por alto pero que, desde Liverpool Deportes, consideramos de una importancia capital para nuestra calidad de vida: los beneficios psicológicos que aporta el running a nuestro bienestar personal.
En primer lugar, un gran número de estudios realizados han confirmado de forma fehaciente que la práctica habitual de esta disciplina deportiva lleva aparejada un aumento significativo de la autoconfianza, la sensación de bienestar y la mejora de nuestra actividad intelectual, convirtiéndose en una herramienta de gran valía para combatir trastornos psicológicos como la depresión o el estrés.
La explicación biológica de este hecho viene determinada por el hecho de que cuando practicamos deporte nuestro organismo segrega de forma natural una hormona denominada endorfina, con la finalidad de reducir el dolor y aumentar el placer, provocando una agradable sensación corporal de placidez, conocida como “bienestar del corredor”.
Por otro lado, la práctica del running suele venir acompañada, en mayor o menor medida de una planificación previa, sobre el horario en el que realizaremos el entrenamiento, la ruta a seguir o los objetivos que nos proponemos alcanzar en cada rutina de entrenamiento, que pueden estar relacionados con nuestra salud, con la preparación de un evento competitivo o, simplemente, con aspectos lúdicos.
En este sentido, independientemente de nuestra motivación principal, a través del running conseguimos focalizar toda nuestra energía hacia la consecución de una o varias metas, reforzando nuestra autoestima y capacidad de superación.
Además de estos beneficios psicológicos directos de la práctica del running, en una próxima entrada trataremos en profundidad toda una serie de aspectos positivos sobre nuestra mente, caracterizados por un mayor componente indirecto pero que son de gran importancia para la mejora paulatina de nuestro bienestar personal.
