Alimentos “reparadores” para el tratamiento de lesiones musculares
El pasado lunes 4 de mayo, a través del artículo titulado “La alimentación y su poder para evitar lesiones”, desde Liverpool Deportes os ofrecíamos una amplia información sobre los comportamientos nutricionales más convenientes para anticiparse a la aparición de lesiones, destacando los distintos grupos de alimentos que mayor influencia tienen en este sentido, con objeto de recomendar su inclusión dentro de la dieta habitual de las personas que practican running habitualmente.
En el post de hoy, vamos a centrar nuestra atención en aquellos nutrientes que son más adecuados para el tratamiento de desgarros y lesiones musculares una vez que estas ya se han producido, es decir, de aquellos componentes alimenticios que tienen un efecto acelerador en cuanto a la regeneración de las fibras musculares dañadas.
La nutrición supone un aspecto fundamental para contribuir a la recuperación de esta tipología de lesiones, ya que aporta al organismo un suplemento de nutrientes, principalmente vitamínicos, que favorece la reducción ostensible en el tiempo necesario para conseguir una recuperación óptima tras una lesión muscular. Por ello, deberemos contemplar la inclusión en nuestra dieta de alimentos que contengan un alto nivel de:
- Vitamina C: está presente en frutas como la naranja, el kiwi, el limón o la guayaba. Esta vitamina constituye el principal elemento para la formación natural de colágeno, el cual tiene una importancia fundamental en la ralentización del desgaste de nuestras articulaciones, así como en la sanación más rápida de heridas superficiales.
- Vitamina E: se encuentra en aceites, almendras, maíz, manzanas o espárragos. Es una vitamina esencial para acelerar la recuperación de músculos y ligamentos, favoreciendo además la reducción de la inflamación sufrida en la zona afectada tras la lesión.
- Vitamina B12: está presente principalmente en alimentos de origen animal como la carne y el huevo, o en alimentos de origen vegetal, como los cereales o la leche de soja. Es la vitamina responsable de la generación natural de las proteínas y los ácidos nucleicos, por lo que contribuye de forma directa a la recuperación del músculo afectado.
