Y Pau venció a Goliat...

¡Qué grande es el deporte cuando no se tiene la obligación imperiosa  de ganar! Después de estos últimos años, en los que la mejor generación de deportistas que ha dado nuestro país en la historia quizás nos han acostumbrado demasiado a disfrutar de sus victorias tanto a nivel individual como colectivo, habíamos olvidado la inmensa alegría que supone alcanzar el éxito partiendo, a priori, desde una posición de víctima.

Sí, así se comenzó este Eurobasket. Aunque suene exagerado para una selección subcampeona olímpica y que había conseguido llegar al menos a semifinales en las últimas siete grandes citas europeas a nivel de selecciones, el palo sufrido el pasado año en nuestra propia casa en el Mundial de Baloncesto había sembrado unas dudas que se acrecentaron con las derrotas en la Primera Fase ante Serbia e Italia. Pues ayer todos esos fantasmas se esfumaron de un plumazo.

Ayer nuestra selección, hizo frente y superó ayer a una de las selecciones más fuertes, físicas y compensadas del mundo, a la que hay que unir los cerca de 27.000 aficionados que se dieron cita en el Stade Pierre-Mauroy de Lille dispuestos a ganar el partido desde la primera nota de entonación de La Marsellesa.

Pero la ÑBA más ACB de los últimos tiempos, como comentamos en nuestro anterior artículo, a pesar de las bajas de Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, Ricky Rubio, José Manuel Calderón, Serge Ibaka o Alex Abrines, sigue contando con un talento descomunal en las manos de jugadores como Rudy Fernández, Sergio Llull, Sergio ‘el chacho’ Rodríguez, Víctor Claver y, por encima de todos, un jugador estratosférico como Pau Gasol que en el peor de los escenarios posibles se marcó ante Francia un partido colosal, con 40 puntos, la mitad de los conseguidos por España, ahí es nada, y 11 rebotes.

De la otra semifinal, que se juega hoy, entre Serbia y Lituania, saldrá el rival de España en la Final del próximo domingo (19,00 horas), aunque ya lo más difícil está hecho.

Más allá de asegurarnos una medalla y clasificarnos de forma directa para los Juegos Olímpicos de Río de Janerio 2016, ayer volvimos a emocionarnos como si fuese la primera vez.

¡Gracias, chavales!