Un ejercicio que haces a diario y no sabes sus beneficios

Cuando hablamos de hábitos saludables siempre se incluye en la lista el cambiar el ascensor por las escaleras, y en muchas ocasiones parece un detalle bastante insignificante pero la verdad es que es una costumbre que aporta grandes beneficios y, si no, presta atención, verás como estamos en lo cierto.

No es más verdad que no lo vas a notar en los primeros días, pero subir y bajar escaleras de forma habitual adelgaza, por lo que es una buena costumbre para mantenerte en la línea. Además, favorece la musculación más de lo que crees. Es evidente que la principal carga se la llevan las piernas, pero no solo es esta parte de tu cuerpo la que nota los efectos, también se trabajan glúteos, abdominales y espalda y, en menos medida, los brazos, porque inconscientemente también te ayudas de ellos para subir.

Pero no solo te quedes con la parte estética, es cierto que se logra mejorar la condición física en general pero además se obtiene un aumento de la capacidad cardiovascular. Si no fíjate que muchos deportistas profesionales realizan ejercicios que simulan subir y bajar escaleras, o directamente lo hacen tal cual dentro de su entrenamiento habitual.

Unos estudiantes de la Universidad de Harvard  llevaron a cabo un estudio con 11.000 participantes. La conclusión a la que se llegó fue que una actividad tan cotidiana hace que disminuya el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.

Es cierto que los efectos los puedes llegar a notar a corto plazo, pero no sirve de nada que te lleves una semana subiendo y bajando como los locos. Lo ideal es que se convierta en parte de tu rutina habitual y así puedes ir dejando a un lado la vida sedentaria. No parece mucho pero si te lo tomas como una rutina, aunque al principio te de una pereza horrible, acabarás cogiéndole el gustillo y mucho más cuando los efectos se vayan haciendo evidentes.