Tips para elegir tus próximas zapatillas running

Comprar unas zapatillas nuevas es una experiencia por la que todo runner debe pasar, porque por muy perfectas que sean tus zapatillas o por mucho cariño que les tengas, los kilómetros no pasan en balde y tarde o temprano deben de ser reemplazadas.

En muchas ocasiones dar este paso cuesta bastante, no solo por el hecho de tener que dejar atrás a tus compañeras o por el reembolso que supone, sino porque elegir las adecuadas siempre es un reto. Por eso, hoy queremos darte unos consejos para que esa decisión te sea más fácil.

No antepongas el precio a todo lo demás. El dicho de “comprar barato sale caro” en muchas ocasiones es cierto. Una zapatilla con amortiguación, buena suela y transpiración adecuada suele rondar los 100€.  Además, no te fíes de lo que te digan tus compañeros de entrenamiento. No estamos diciendo que no te aconsejen de buena fe, pero las zapatillas son muy personales, lo que a un amigo puede venirle como un guante a ti puede incluso provocarte una lesión.

Sabemos que sabes cuál es tu talla, pero siempre debes de probarte la zapatilla en cuestión, ya que a pesar de que tengas claro las características del calzado, no todos los fabricantes tallan exactamente igual, por lo que tu talla puede variar un poco de uno a otro y, por supuesto, cuando vayas a probártelo usa el calcetín que lleves habitualmente para correr. Con el número de las cajas pasa lo mismo, no te fíes de lo que pone en a caja, ya que cada país posee una relación diferente entre la talla en centímetros y el número de calzado; incluso en el mismo país puedes encontrar diferencias entre los fabricantes.

También debes tener en cuenta que el momento ideal para comprarse unos nuevos zapatos (y esto puedes tenerlo en cuenta para cualquier tipo de calzado) es por la tarde, debido a que tendrás los pies más hinchados.

Procura que no te quede justa, ya que podrías tener problemas de cambio de uñas.

Inspeccionar la zapatilla durante su vida útil es muy importante, así podrás asegurarte comodidad y tranquilidad, tanto en entrenamientos como en competiciones.

Sabemos que sobre todo cuando tienes poco tiempo, te gusta tener tus zapatillas impecables, pero la lavadora no es la opción más aconsejable, ya que la multitud de impactos a la que se somete la deterioran con más rapidez de lo que debería. Lo más recomendable es limpiarlas en un fregadero o recipiente, tenerlas un tiempo en remojo con un jabón neutro y con un cepillo quitar el barrio o la suciedad más profunda. Una vez que le hayas quitado la mayor parte podrás usar cualquier producto para limpieza de calzado y te quedarán como nuevas.

Una buena idea es llevar tus viejas zapatillas, así un vendedor especializado podrá comprobar qué tipo de pisada tienes, por donde sueles gastarlas más, cuáles son tus zonas de mayor impacto y con toda esta información ayudarte a encontrar a tus nuevas y adecuadas compañeras de kilómetros.