River alcanza la gloria tras su travesía por el desierto
Más allá de colores y rivalidades, si es que esto es posible cuando hablamos de fútbol y más aún si se trata del fútbol argentino, hoy queremos contar una historia de superación, de la vuelta a los orígenes, del retorno a la gloria de un club histórico tras su paso por el “infierno”, recobrando el orgullo perdido que siempre ha llevado implícito en su escudo y su camiseta… en definitiva, hoy hablaremos de la grandeza del deporte.
Hace tan sólo cuatro años, tras la celebración del Clausura 2011 y la posterior disputa de la eliminatoria de promoción ante Belgrano, el Club Atlético River Plate escribió la página más triste de su historia, con la materialización de su descenso deportivo a la Primera B Nacional, la segunda división argentina, acabando con 102 años de presencia ininterrumpida en la élite del fútbol argentino.
Para poder hacernos una idea de lo que esto supuso para su afición, sería algo similar a que en nuestro país se produjera el descenso liguero del Real Madrid, el Fútbol Club Barcelona o el Athletic Club de Bilbao.
Pero aunque esa mancha ya es imborrable, ayer, 1.482 días después de aquella tarde trágica del 26 de junio de 2011, los “millonarios” culminaron una resurrección histórica con la consecución de la Copa Libertadores 2015, la máxima competición futbolística al otro lado del Atlántico, tras derrotar al Tigres UANL mejicano por 3-0 en el partido de vuelta de la Final, disputado en “El Monumental” Antonio Vespucio Liberti (el partido de ida, disputado en el Estadio Universitario mejicano, terminó 0-0).
De este modo, sumando los títulos conseguidos en 1986 y 1996, River ha conseguido, 19 años después, entrar a formar parte del selecto grupo de tricampeones de la Copa Libertadores junto al Club Olimpia de Asunción paraguayo, el Club Nacional de Montevideo uruguayo y los brasileños Sao Paulo F.C. y Santos F.C., situándose por detrás de Independiente de Avellaneda (7), Boca Juniors (6), Peñarol de Montevideo (5) y Estudiantes de La Plata (4).
Además, se ha convertido en el equipo sudamericano que más rápido ha resurgido de sus cenizas conquistando la Libertadores tras pasar por la segunda división de su competición nacional, tal y como ya le ocurrió también a Gremio de Portoalegre (1.564 días), Corinthians (1.677 días) o el Liga de Quito (2.796 días), y a otros conjuntos que tuvieron que esperar más tiempo como Estudiantes de La Plata, Argentinos Juniors o Vasco da Gama.
