Lesiones más frecuentes en la cadera de los corredores

Que la cadera es indispensable en nuestra anatomía es obvio, ya que gracias a ella podemos andar. Sin embargo, esto tiene también sus desventajas, porque por sus características es una zona en la que se concentra una gran tensión, y una sobrecarga suele desembocar en lesión. Si a esto le sumas alguna alteración en el desarrollo, las propias condiciones de la edad, el peso, la falta de entrenamiento o de flexibilidad, el tipo de deporte que se lleva a cabo, e incluso el tipo de superficie, se puede ser mas proclive a ellas.

Las lesiones que más se dan en la cadera suelen deberse al propio desgaste o a agentes externos, como una caída o un golpe. Si las lesiones son agudas pueden tratarse con reposo, algún tipo de analgésico y/o rehabilitación. Sin embargo, si la cuestión es crónica la situación es un poco más compleja, ya que son lesiones más difíciles de tratar, su aparición es lenta y van aumentando en lo que a intensidad se refiere.

Centrándonos en el runner, el dolor suele aparecer a los pocos kilómetros, y en poco tiempo incluso le obliga a parar. Aunque con unos días de reposo desaparezca, en cuanto se inicia la actividad vuelve a darse.

Pero este dolor puede deberse a varias lesiones:

• Por un parte están aquellas que afectan a las bolsas serosas, que son las encargadas de evitar la fricción de los huesos y los tendones. Cuando se inflaman da lugar a la bursitis, la más típica es la “bursitis trocanterea”, que produce dolor en la zona de las cartucheras. Su nombre viene del trocante, que es la zona de anclaje entre el fémur y la cadera. El dolor puede desplazarse hacia lo glúteos y el muslo.
• Si la lesión afecta a los tendones se dan las conocidas tendinitis. La tendinitis del psoas es la más frecuente, aunque pueden darse en los glúteos, los isquitibiales o los aductores entre otros.
• La pubalgia tiene su origen en la inflamación del propio músculo. Se insertan en la parte anterior e inferior de la cadera llamada pubis.

Como puedes suponer, no son lesiones específicas del running, pero sí de aquellas disciplinas en las que la implicación del tren inferior es alta. Para evitarlas lo ideal es realizar ejercicios fisioterápico de prevención.

Como siempre te decimos, presta especial atención a los síntomas y si notas alguna de las molestas descritas acude a un especialista antes de que pasen a ser algo peor.