Hiponatremia, exceso de hidratación

Te hemos hablado en numerosas ocasiones de la importancia de hidratarse correctamente, de forma especial si practicas deporte. De esto se deriva la hiponatremia. Se trata de un descenso de sodio en la sangre y esto puede llegar a causar efectos muy graves, no solo en deportistas, pero si se eleva dentro de éstos, sobre todo en aquellos que practican deportes de resistencia como el running.

Por lo general, cuando se comienza a hacer deporte la exigencia no es tan elevada. Centrándonos en el running, siempre se empieza con unos pocos kilómetros para mantenerse en forma, pero como sabes, engancha. De ahí se pasa al medio maratón, a los 42’2 km completos, y si aún así sabe a poco, competiciones de ultraresistencia, triatlones… Digamos que no somos de conformarnos, y a los runners nos gusta ir avanzando y superando objetivos, y aquí es cuando comienza el problema.

No nos malinterpretes, nos encanta que quieras superarte día a día, siempre y cuando seas consciente de cómo hacerlo. Querer avanzar demasiado rápido o centrarse solo en superarse sin prestarle atención a otros aspectos es lo que puede ocasionarte lesiones o, en el caso que nos ocupa, hiponatremia.

Este desorden se da cuando la concentración de sodio en la sangre llega a estar por debajo de los 135milimol/L. A medida que esta cantidad baja los problemas se agravan. Desde náuseas, que seguro que has sufrido alguna vez esta sensación, que es la más habitual, dolores intensos de cabeza, vómitos, dificultad para respirar, una fatiga bastante más intensa de la habitual o, incluso, desorientación son algunos de sus síntomas, que en casos extremos pueden llegar a derivar en convulsiones, daños cerebrales, como incluso un colapso cardiorrespiratorio que podría llevar a la muerte.

¿El por qué? La causa es que súbitamente una cantidad de agua llega al cerebro, este se inflama y desencadena todas las respuestas que te hemos contado anteriormente.

Pero presta atención, las causas de este desorden no solo es por hidratarse poco, también por hacerlo de forma exagerada. En definitiva se da por una incorrecta hidratación.

Por exceso, si ingieres una cantidad mucho más elevada de la que pierdes por sudar u orinar, se descompensa el sodio en sangre. Si por el contrario pierdes demasiado líquido pero no lo recuperas adecuadamente, también se da esa descompensación.

La prevención es sencilla, mantente bien hidratado pero sin pasarte y en el caso de que comiences a sentir náuseas ve provisto siempre de alimentos salados para recuperar el sodio de forma más inmediata.

Es algo muy sencillo que de tomarse a al ligera podría derivar en algo bastante grave. Así que…, ¡no salgas nunca sin tu botella!