Entrenamiento de fuerza para correr más y mejor

Muchas veces el trabajo de fuerza queda recluido a un segundo plano, bien porque piensas que en el tipo de deporte que realizas no es importante o bien porque tienes una imagen de “estar fuerte” equivocada y no es lo que andas buscando.

Es algo bastante común y muy erróneo; el trabajo de fuerza debería de ser un complemento en cualquier deporte.

Hay varios pasos en los que debes pensar para darte cuenta de la importancia de este tipo de trabajo, independientemente del tipo de deporte que practiques.

Hay que trabajar las debilidades, seguro que esta afirmación te resulta de lo más obvia pero seguro que tú también eres de los que evitas entrenar aquello que se te da peor o que menos te gusta, y debería de ser al revés. Por regla general, el grupo muscular que menos te gusta ejercitar es el que más lo necesita y precisamente por eso te resulta tan pesado.

Si nos centramos en los corredores, la mayoría suele ignorar la parte del entrenamiento que atañe a la fuerza. Sin embargo, son muchos los beneficios que reporta, como una rehabilitación general por el uso excesivo del trabajo concentrado solo en una parte del cuerpo, frenar el envejecimiento prematuro y, en definitiva, poder soportar un esfuerzo físico mayor por el simple hecho de tener un cuerpo más fuerte.

Los corredores suelen prestarle mucha más atención al tronco inferior que al superior, y es cierto que el mayor peso recae en esa zona pero esto crea una descompensación en el cuerpo que hace que seas menos eficiente en la carrera.

Conforme van pasando los años los corredores se van centrando más en carreras de larga distancia, muchas veces porque supone un reto personal ser capaz de correr un número determinado de maratones al año por ejemplo, pero otras veces porque, de forma natural, el corredor va perdiendo velocidad. Si tienes un buen entrenamiento combinando fuerza y velocidad, ésta no decaerá por lo que podrás seguir sumando distintos retos, no solo de distancia.

Como ves, el trabajo de fuerza no es solo una cuestión de “ponerse fuerte” sino que abarca muchas más ventajas incluso para deportes que creías que eran todo lo contrario. Dedica tiempo para fortalecer tus músculos en el gimnasio. Coge el chándal, tu botella de agua y buena música para entrenar lo que menos te apetece pero lo que más necesitas.