Cuida tus pies para correr mejor

El hecho de que el running este sobrepasando todos los límites esperados y que cada día  el número de adictos a este deporte crezca, es lo que hace que las competiciones tanto de maratón, como populares, como demás modalidades estén masificadas, y que cada vez sea más común cruzarte por la calle a gente entrenando.

Sin embargo esto es una de las caras de la moneda. Esto también está haciendo que aumente de forma considerable las lesiones, porque ya no nos conformamos con salir a correr un rato para estar en forma, ahora queremos cada vez más, superarnos y conseguir llegar cada día más lejos. Pero eso tienen un precio, siempre y cuando no te cuides bien claro.

Hoy queremos darte algunos consejos para cuidar tus pies, ya que al fin y al cabo son los que recogen el impacto en la carrera, y a fin de cuentas, los primeros que suelen sufrir las consecuencias en caso de lesión.

Puede que algunos ya te sean más que conocidos, pero nunca está de más recordarlos, precisamente porque puede que por darlos por sabido no les prestes la atención que merecen.

Lo primero, esencial y que te hemos repetido hasta la saciedad es que inviertas en unas zapatillas buenas. Sí, muchas veces optamos por el running porque es un deporte “gratuito”, pero como sabes, esto es una verdad a medias. Es cierto que no tendrás que pagar una cuota mensual por practicarlo, pero para ponerte a ello sí que debes de invertir al principio. No utilices las primeras zapatillas que tengas en el armario, ni te compres las más económicas “por probar”, porque puede que sea precisamente eso lo que te haga no seguir.

Indisociable a lo anterior está el estudio de pisada. Para poder elegir las adecuadas debes de conocer previamente cómo pisas, con ello podrás conocer si tu pie trabaja de manera adecuada o si necesitas ayuda extra, como por ejemplo unas plantillas. Como sabes hay tres tipos de pisada, pronación neutra, supinación o pronación reducida (la rotación del pie es menor de la debida; por lo que se requiere de mayor amortiguación) y pronación excesiva (debido a la rotación excesiva, se carga el peso en la cara interna del pie).

Otra de las precauciones que debes de tener es evitar el sobrepeso, no por una cuestión estética, sino porque al correr el impacto es mucho más elevado, lo que conlleva una probabilidad mucho más alta de lesionarte. Si es tu casa, comienza andando al menos una hora al día, combinándolo con una dieta sana y equilibrada.

Que seas capaz de cuidar tu postura es esencial, ya que esta será la responsable de proteger las articulaciones y los músculos. Además conseguirás mejorar tu resistencia y tu velocidad.

Y por último, ten muy presente cualquier tipo de dolor. Si te molestan los tobillos, las rodillas o las caderas no lo dejes pasar porque solo sea una molestia, ya que tu cuerpo puede estar indicándote algo que puede desembocar en una lesión.